“Son el poder real de la Argentina.” Recuerdo nítidamente cuando lo mencionó en una de las reuniones de preparación de tesis, en referencia a los grupos económicos locales y su incidencia en el diseño económico argentino, por encima incluso de los diferentes planes de gobiernos, democráticos o dictatoriales.
Eduardo Basualdo explicaba en aquel encuentro lo que ni en todo el secundario, ni en toda la universidad (pública), ni en la mayor parte de los medios siquiera se mencionaba. Hasta ese momento, muchos de sus alumnos creíamos de hecho que la economía argentina se dividía solo entre capital y trabajo, que a su vez el primero lo hacía entre campo e industria, y que la UIA era la unión de los industriales argentinos, con intereses opuestos a los de la Sociedad Rural. Era la historia que nos habían contado.
Llegué a su maestría en economía política solo para darle un marco a mi investigación sobre José Ber Gelbard, ese increíble personaje que, huyendo de la pobreza y el antisemitismo en Polonia, llegó a ser ministro de Perón. Pero más allá de la fílmica historia de este enrevesado empresario, no habría podido entender cabalmente su rol, historia y la de la economía argentina si Basualdo y su equipo no nos hubiese introducido en los conceptos de burguesía nacional, grupos económicos locales y mixtos, oligarquía diversificada, régimen de valorización financiera o renta extraordinaria en la pampa húmeda, entre muchas otras categorías.
Aquellos años de formación fueron clave para muchos de nosotros para descifrar estos y otros agentes económicos, los intereses que representaron y representaban, sus modelos de acumulación y la particular trayectoria económica de la Argentina.
Una obra que echó luz
Entender ese pasado implicó también poder proyectar un futuro, por lo que no sorprendió que a poco de iniciado el macrismo, Basualdo publicara junto a su colaborador Pablo Manzanelli Endeudar y fugar, libro en el que describía, ya desde sus inicios y antes de que gran parte de la sociedad lo advierta, la política económica de aquel gobierno, cuyo legado, FMI incluido, nos acompaña hasta el día de hoy.
Entre sus escritos sobre Gelbard, la Confederación General Económica (CGE) y la actualidad de la “burguesía nacional”, se destacaron también Fundamentos de economía política, Los primeros gobiernos peronistas y la consolidación del país industrial, Los grupos de sociedades en el sector agropecuario pampeano, La política económica de la dictadura militar, Elite empresaria y régimen económico en la Argentina, Sistema político y modelo de acumulación y el más destacado, Estudios de historia económica argentina, y muchos otros.
Su bajo perfil, su reticencia a brindar entrevistas, contrastaba con todo ese conocimiento legado a tantos alumnos, investigadores y funcionarios públicos. Su intempestivo e inesperado fallecimiento a causa de un infarto suma otra tristeza al presente, añade una dificultad extra a la comprensión del presente y el pasado, así como a los caminos para la reparación de esta compleja Argentina.
La entrada Despedida se publicó primero en Caras y Caretas.